lunes, 16 de mayo de 2011

Exterminio

Odio que alguien no se dé cuenta de que necesito su atención. Odio ser una persona que necesita atención de determinadas personas en determinados momentos del día. Odio rechazar a la persona que sí me muestra atención cuando no es ella  la/el elegido. Pero simplemente no puedo evitarlo. El rechazo me lleva a las contestaciones y esto a su vez a las discusiones. Así, así es como se consigue la tristeza interior que últimamente siento todos los días. No me gusta discutir o sentirme así, a pesar de que parezca todo lo contrario. De hecho nada más decir las cosas me arrepiento. Puede que hace unos años mi orgullo me llevase a estar cabreada semanas o incluso meses, pero ahora una vez la disputa ha terminado a los dos días sin contacto con esa persona ya soy un deshecho emocional. Ahí es donde noto el mayor cambio en mí misma, en la capacidad para hablar las cosas y reflexionar sobre ellas. Aunque a pesar de la sabiduría ganada en ese aspecto, a pesar de hablar las cosas y reflexionar sobre ellas, una vez acabado todo el proceso de discusión ese sentimiento de tristeza sigue ahí. Eso es lo que más me fastidia. Necesito exterminarlo.

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