sábado, 21 de mayo de 2011

Do not say stupidities!

Algunas noches, aquellas en las que he tenido un día emocional, hormonal, estresante… me gusta desconectarme del mundo exterior y encerrarme en el mío. Normalmente, me pongo  a ver una película. Ya sea ésta de aventuras, dramática, romántica, adolescente o bélica, yo siempre acabo encontrando (o inventándome) alguna similitud con mi vida. Ahí es donde empiezo a imaginarme mi vida como si fuera una película. Ésta empieza mostrándome a mí misma como la típica rarita de instituto que de repente encuentra su amor juvenil y no puede creer que lo le está pasando es real. Plof. Llega la universidad y sigue siendo una película en la que no hay ni estudios ni preocupaciones, de hecho esta etapa se resume en sexo, amor y alcohol. Plof. Un resumen de mis veranos aparece, en ellos sólo se ve a un grupo de chicas yendo de playa en playa, de chico en chico y de fiesta en fiesta, o sea una prolongación de la estapa universitaria. Plof. De repente estoy en el camino entre 20 y 30, tengo un trabajo maravilloso que me obliga a viajar por las mejores ciudades del mundo conociendo y descubriendo, tal vez esta sea la única parte de la película que de verdad me gustaría que se cumpliese al 100%. Plof. Paso los 30 y mi vida se ha estabilizado. Aunque, un momento ¿qué es eso? NO! No puede ser verdad… ¡Una boda! Una ceremonia en un barco, en uno de los sitios más hermosos del mundo entero. La caldera de Santorini durante la puesta de sol. Tú, él y 10 amigos. Plof. Todo te va bien, vives en Barcelona y a simple vista la gente podría considerar que tu vida está rozando la perfección. Y es justo en ese momento cuando te das cuenta de que esa película sólo se está proyectando en tu cabeza, y lo más interesante  de todo no te convence o incluso te desagrada parte de lo que estás viendo. 

martes, 17 de mayo de 2011

Travelling-

Me gustan las culturas extranjeras. Me gusta que una simple película/libro/canción haga que me emocione tanto a cerca de una ciudad que sienta la necesidad de empaparme de la cultura de la misma. Amo los países extranjeros y por eso no me cabe en la cabeza que alguien diga que quiere quedarse en esta pequeña ciudad toda su vida. Yo no veo el momento de salir de este país y no volver en una larga temporada. Me encantaría conocer lenguas, lugares, personas. En cada ciudad vivir una experiencia inolvidable.

Ahora es Paris y Francia lo que más llama mi atención, aunque la mayor parte de mi vida siempre ha sido Italia. No sé qué tienen pero siempre hay algo de cualquier país que me llama la atención. De parís su arte, el impresionismo es una etapa maravillosa, definitivamente hubiese querido vivir allí en esa época. De Italia, el idioma, la música y los paisajes, de hecho no puedo escoger una época determinada para vivir en ese maravilloso país, cualquier momento hubiese sido o sería maravilloso. De Brasil , sus gentes, esa dulzura que transmiten al hablar y bailar. De Inglaterra la música y esa extravagancia especial con la que hacen todo. Así, con cada uno de los distintos países que hay en este extraño lugar al que llamamos mundo. Hay tanto por descubrir que, de verdad no entiendo a la gente que prefiere la comodidad a la  experiencia. Extraños son para mí.

lunes, 16 de mayo de 2011

Exterminio

Odio que alguien no se dé cuenta de que necesito su atención. Odio ser una persona que necesita atención de determinadas personas en determinados momentos del día. Odio rechazar a la persona que sí me muestra atención cuando no es ella  la/el elegido. Pero simplemente no puedo evitarlo. El rechazo me lleva a las contestaciones y esto a su vez a las discusiones. Así, así es como se consigue la tristeza interior que últimamente siento todos los días. No me gusta discutir o sentirme así, a pesar de que parezca todo lo contrario. De hecho nada más decir las cosas me arrepiento. Puede que hace unos años mi orgullo me llevase a estar cabreada semanas o incluso meses, pero ahora una vez la disputa ha terminado a los dos días sin contacto con esa persona ya soy un deshecho emocional. Ahí es donde noto el mayor cambio en mí misma, en la capacidad para hablar las cosas y reflexionar sobre ellas. Aunque a pesar de la sabiduría ganada en ese aspecto, a pesar de hablar las cosas y reflexionar sobre ellas, una vez acabado todo el proceso de discusión ese sentimiento de tristeza sigue ahí. Eso es lo que más me fastidia. Necesito exterminarlo.

sábado, 26 de febrero de 2011

Conquistas.

Descubrir. Una acción que llevamos a cabo muy a menudo, mucho más de lo uno se esperaría cuando comenzamos el día, o cuando reflexionamos a cerca de nuestro pasado. Descubrir cosas malas, buenas, peores, mejores, raras, absurdas, útiles, inimaginables, esperadas, deseadas... Descubrir un talento nuevo, una canción que despierte algo especial en ti, un pequeño lugar en el que te sientes seguro, algo en común con una persona desconocida, una foto de la que no recuerdas ni el flash… Se podría decir que cada día, hora, minuto, segundo de tu existencia estás descubriendo algo. Creemos saber quiénes somos, pero la realidad es que nos transformamos continuamente, evolucionamos.  Tantas cosas y lugares que explorar y colonizar, que no nos llega una sola vida, por eso es por lo que se dice que no se debe desperdiciar el tiempo, al menos  no cuando tienes tanto por descubrir y por realizar.

sábado, 12 de febrero de 2011

Sin título, II

Todos hemos hecho cosas de las que nos avergonzamos, errores que nos humillan a nosotros o a nuestra gente más allegada. Ya sean más o menos graves, el caso es que están ahí y no podemos borrarlos. Cierto es que a veces nos gustaría poder construir una máquina del tiempo para poder viajar al pasado y cambiar algunos de nuestros actos, pero no creo que esa sea la mejor solución. Debemos redimirnos y seguir hacia delante, todo termina pasando, a pesar de que a veces parezca que sostenemos el peso del mundo sobre nuestra espalda.  Además son estos errores los que nos hacen ser como somos y moldean nuestra personalidad hasta llegar al equilibrio perfecto. Al fin y al cabo, experiencia no es sino una forma más poética que tenemos de llamar a los errores que cometimos. 

martes, 25 de enero de 2011

Crecer.

Hay una frase que nunca faltará en la infancia  “Cuando sea mayor…”, pero ¿por qué utilizarla sólo en la niñez?.

Cuando sea mayor:

Quiero pasarme días enteros riéndome, días enteros recordando los viejos tiempos y aquellas amistades que hoy conservo pero que posiblemente no tardarán en abandonarme. Quiero tener días depresivos, donde comer chocolate y ver mis series y películas sean el primer y único punto del día. Quiero no perder esta capacidad que tengo para imaginar, para hacer de mi vida una película mental en la que yo soy la protagonista y única espectadora. Quiero admirar a nuevas personas, pero no cambiar mi personalidad. Quiero ser más madura, tener más confianza, pero no abandonar mi inocencia. Quiero ser capaz de amar, aunque no de comprometerme. No quiero que me den órdenes, aunque sí quiero darlas. Quiero conocer mundo, idiomas, culturas. Quiero y espero ser más sabia. Quiero conocer a mucha gente, y que la rareza sea su cualidad más valiosa. Quiero que la improvisación esté presente en mi vida, y no asentarme en ningún lugar durante demasiado tiempo. Quiero experimentar, y probar mil cosas diferentes. Quiero tener una biblioteca con miles de libros, y haber leído todos y cada uno de ellos. Quiero tener un zoológico en mi casa. Quiero haber ido a miles de concierto, escuchado millones de CDs y saberme infinitas canciones. Quiero que me pregunten como me va y poder contestar con un simple maravilloso. Quiero VIVIR la vida tal y como a mí me plazca.

domingo, 23 de enero de 2011

¿Rendirse? NUNCA.

Jamás comprenderé esa gente que no sabe llevar los contratiempos, que cuando algo se tuerce deciden cambiarlo y no solucionarlo. Una persona que se rinde nada más comenzar, que no insiste y continua hasta lograrlo, es un cobarde.  La vida la marcan nuestros fracasos, no nuestros éxitos.

Don’t stop until you suceed, until you achieve your goals.
Surrender is the biggest failure  you can get.

miércoles, 19 de enero de 2011

Sin título, I

Actualmente, una de las cosas más infravaloradas que existen es la amistad. Las múltiples redes sociales han hecho mella en nuestra sociedad, tenemos cientos de amigos en ellas, amigos para salir de fiesta, para estudiar, para ir de compras, para ver una película... gente que te felicita por tu cumpleaños pero con la que no has intercambiado más de dos palabras en toda tu vida, que se pueden pasar largos ratos cotilleando tu perfil pero que luego te ven por la calle y ni te saludan. ¿A quién le interesa contar con gente así? A mí no, desde luego. Poca gente puede afirmar que cuenta con amigos de verdad, al menos que cumplen mi definición de amigo. De esos, en caso de que los tengas, los cuentas con los dedos de una mano.

Estos amigos son aquellas personas que te aguantan cuando estás insufrible, que no se rinden y te apoyan en tus máximas depresiones, pero con los que tú quieres compartir los momentos de máxima felicidad. Que no sólo aceptan tus máximas perversiones y rarezas, sino que les encantan. Que puedes pasarte hablando horas y horas y nunca estar sin tema de conversación, con los que cada momento que pasas te sientes a gusto y confiado, que sabes que hagas lo que hagas o pase el tiempo que pase sin hablar siempre los tendrás ahí y nunca se marcharán de tu lado.

Personalmente, sólo conozco a tres personas que cumplen semejantes características y me parecen suficientes. Me da igual que os conozca desde hace 16 años o desde hace 6 meses, me da igual si alguien nos critica por pasar demasiado tiempo juntos, por parecernos mucho o por cualquier tontería del estilo, me da igual que estemos 3 días sin hablarnos siempre que luego nos pongamos rápidamente al día de todo, me da igual que vivamos a 600 km de distancia, a mí lo único que me importa es saber que los tengo ahí y que vosotros sepáis que me tenéis a mí.

domingo, 16 de enero de 2011

Comienzo.


Películas que nos hacen reflexionar, pensar que podemos hacer algo bueno, cambiar de camino. Series que comparamos con nuestra vida diaria, que seguimos a veces como si fueran patrones de costura para nuestra existencia. Libros inspiradores que pueden hacer que cambies tu modo de pensar, tus sentimientos, que puede que te lleven a lugares inimaginables. Canciones que te emocionan, que te alegran, que te depriman, que te hagan llorar, que te hagan suspirar, soñar.
Soñar, soñar despiertos y dormidos también. Eso es lo que hacemos continuamente viendo películas y series, leyendo libros, escuchando canciones. Todas esas cosas son las que nos hacen pensar, hacen que se muevan unos cuantos engranajes y ruedecillas en nuestra cabeza y nos llevan a la eterna pregunta, ¿qué pasaría si? Le diera un beso, le dijera lo que siento, me pusiese a llorar hasta el fin del mundo, me perdiera durante un tiempo, me fuera de casa, todo el mundo se olvidara de mí, comenzase una nueva vida…
¿Qué pasaría si decidiera empezar un blog?